miércoles, 16 de junio de 2010

La idea que he tenido de la Salsa

En Colombia además de cómo dice un famoso escritor de acá “uno nace católico así no quiera” así mismo uno nace con la música, o al menos en los barrios que no son de alta alcurnia, hasta la bicicleta engallada para vender solteritas lleva música. Igualmente que es casi inevitable ignorar la música popular y ni hablar de montar en bus que acarrea escuchar lo que este sonando, gajes del oficio pa’l que no tiene un carro o el que no quiere tenerlo (si es que los hay).

En mi niñez me acuerdo que no tenía ninguna predilección por la música, para mí solo era ruido de fondo en su mayoría exceptuando uno que otro sonar por ahí que me parecía divertido o que tuviera tablas de multiplicar o algo que me llamara la atención. Pero debo aceptar que entre todos esos ruidos me quedaron sonando los ritmos de la salsa, nunca me le aprendí las letras, porque es algo que aun no puedo hacer ni con las canciones que me gustan, a lo sumo me aprenderé una que otra frase. Las cosas van mas allá de sus letras muchas veces es mas como esa caminito que hace la música en la memoria, es bendita para hacer recordar cosas, unos dicen que el olfato es el sentido con mas memoria, en lo personal pienso que un buen sonido es más fácil de recordar.

Ahora pasare a mis recuerdos; los primeros que tengo memoria era mi tío el cual vivió conmigo los primeros años de la infancia, es un gran fanático al género como muchos de los jóvenes de la época en un barrio como Manrique, en eso de los finales de los 80’s y principios de los 90’s. Recuerdo como el ponía el equipo a toda para bañarse y cantaba los coros, eso me parecía muy particular y como niño siempre lo quise imitar, ¿sería ese el comienzo de ese gusto al bañarse?, les juro que apenas vengo a pensar en ello, eso se lo dejo a los sicólogos que tienen el manual de instrucciones de cómo funciona el mundo y los que habitamos en él.

Unos años después me surgió una duda que hasta se volvió en conjetura por un buen tiempo, el cómo estos ritmos influyeron en el cambio de lo social en los barrios populares, aun lo pienso pero no de la manera determinista que lo hacía, igual no era mi culpa, el referente de música que escuchaba salsa o su emisora local (Latina estéreo) eran personas de reputación muy dudosa, gente con chaquetas de cuero en colores negro y rojo con una bandera o un águila de estados unidos, una gorra con platina de metal (yo quería una), zodiacs (también quería unos y mi querida madre en su infinita sabiduría me lo prohibió rotundamente) o su forma de motilarse, “las colas” que llaman (adivinen quien también quería unas jaja), pero luego vuelvo a retomar estos personajes. El punto es que suelo pensar que sí fue parte de la vida social popular, eran historias del barrio, del diario vivir, en ese tiempo no había ni rosarios tijeras, ni carteles de los sapos, los pobres de ese tipo eran anónimos para las novelas o los cuentos. Pero como no identificarse con cosas que uno puede moldear a su gusto, que uno identifica y se le ocurre pensar o decir “ve como fulanito de tal”. A quien que haya vivido en un barrio no le toco un Juanito Alimaña que todo el mundo estaban consciente de su reputación pero nadie veía nada, o un Pedro Navaja que era el más mentado y cuando murió a nadie, si no les alegro, les importo. Ni decir de las penas de amor y las relaciones, situaciones descritas en decisiones que creo que muchos de nuestros padres pasaron, o el despecho en triste vacía. Lo que se muestra en amor y control de Blades, que debo confesar que me cambio mi punto de vista sobre una situación que ahí se trata, me sorprendió la forma en que se maneja el problema, el amor de familia. Nombrar la descripción de su zona como lo hace Maelo Rivera hablando de La perla como si fuera algo vivo, alguien conocido, un familiar. Parece que esa música se dedicara a estudiar el entorno y lo plasmara tal cual, surge la eterna pregunta de,¿ fueron ellos que lo modificaron o tuvieron la sabiduría para entenderlo?. Entre las cosas que más pensaba en mi época determinista era en canciones como la que dice “…yo la dejaba solita, solita con el…”, me parecía que era una canción que invitaba a desconfiar de todos y por eso estábamos como estábamos, por influencias así, pero no nos digamos mentiras, al menos una vez lo hemos pensado de esa manera, en fin.

La relación con mi tío salsero era cercanísima para esa etapa, como él decía en su momento y saliendo un día que yo me enferme cuando tenía aproximadamente 6 años, en la sala donde estaban las mamás esperando a sus hijitos o cuidándolos el hizo la afirmación “yo soy el tío-papa de él”, esas palabras cuando uno es niño valen. Pero bueno el punto es que el me grabó un cassette de canciones infantiles de esas del pirata feroz, y la serpiente de tierra caliente, de Sammy el heladero etc, etc, etc, pero al otro lado seguía siendo un cassette de salsa y yo siempre de terco cuando este dejaba de sonar lo pasaba guardando la esperanza que este volviera a sonar, incluso sabiendo que nunca funcionaba y él me lo advertía.

En años siguientes cuando vivía en otro barrio, que no era bueno pero digamos que si mejor,me acuerdo de la esquina donde se hacían estos muchachos ya descritos anteriormente, me acuerdo que tenían un cencerro que no dejaba dormir a nadie cuando les daba por escuchar por la noche salsa, tenian mas ritmo un aguacero. También el recuerdo de la felicidad cuando les pasaban los nombres (o más bien seudónimo) por la emisora, ponían el equipo a todo taco con que orgullo.

Luego pues me cambie a otro lugar por cosas de la vida, y en ese nuevo sector no había nada de eso, sacando algunos días de mi vecino de abajo que era costeño fanático a la salsa (gracias al señor), una persona educada y que me parece de admirar, el señor Benjamín. El pobre también le toco aguantarse mis años locos de bandas duras del 99 y 2000, digamos que quedamos a mano, aunque es desigual porque a mi si me gustaba en el fondo lo que el ponía a sonar. Como lo dije al principio del párrafo, esa era la única excepción, de resto era un barrio por decirlo algo así como muerto, no se veía gente en mucho rato, no había ruidos, ni siquiera peleas, pero después eso se remediaría conociendo a mi barrio vecino, el nunca bien llamado Belén Rincón.

En esos años de conocer bandas, conocí a una llamada Puya de puerto rico, con una combinación bizarra pero para nada desagradable, cualquiera podría pensar, ¿salsa con rock?, y si señores les suena bien, pueden afirmar que no les guste pero nunca que suenan feo, uno como mucho pensara cuando se tiene una descripción de esa combinación de un grupo de tropipop, de esos meten de todo lo que se encuentran para terminar saliendo con nada.

De una época en adelante, no sé cuando exactamente, empecé a escuchar salsa sin mucho saber, pues ya les dije que si conocía pero solo el ritmo, hubo canciones que apenas ahora les pongo atención a las letras. Entre los que más me gustan son Héctor Lavoe, Rubén Blades y Maelo Rivera (maestro); aun hoy no soy un experto sólo escucho lo que sé que me gusta. Eso nace a partir de qué? , pregunta obligada para volver al inicio, solo es algo que guste o no, viene con uno si crece en esta tierra, hasta por reivindicarse como latino, otra manera mas de darle identidad a un pueblo que no tiene o tenia. Con el amor mío por la historia oh sorpresa darme cuenta que la salsa como salsa nació en nueva york de muchos hijos de inmigrantes latinos y otros que inmigraron en su juventud, pero no por eso dejo de sentirse latino el genero, hasta volverla la imagen al mundo de la salsa es esteriotipo, así los gringos piensen que los latinos la bailan como en un circo, con frutas en la cabeza y con camisa de boleritos, como Gloria Stephan.

¿Qué me queda a mí de todo esto?. Puedo decir que aunque solo he intentado bailar una vez ya que no doy pie con bola en esos menesteres, y accedí porque los otros eran gringos así que de alguna manera yo tenía punto invisible, asimismo puedo tener un criterio para saber quien baila agradable o quien no, como en esos concursos de salsa que los europeos se aprenden muy bien los pasos y la coreografía pero les falta ese sabor. Me hace traer a la historia cuando una canadiense puso en juicio la forma de bailar de la gente del país, sentí como una sensación de disgusto, de las únicas que me sacan de nacionalismo, me pareció algo de lo cual no tenía derecho a opinar por no haber nacido de el sur de Usa para abajo, es como ir a India y decirles que no sabe practicar el hinduismo, o que un gringo le diga a un británico que ellos hablan mal, así me sentí yo con todo el egoísmo.

En mi opinión el género es una bonita mezcla del guaguancó, el son y los sonidos de los 50’s para atrás como el mambo o el jazz. De lo que menos me gusta podría ser la parte final donde repiten ese fraseo una y otra vez a veces cansa, tal vez por eso quiero tanto a Ismael Rivera, por no abusar de esto, además de hacerlo por muchas cosas; tampoco me gusta Willie Colón sin dejar de darle meritos por su gran música y sus aportes y ni hablar de la salsa romántica, si es que merece llevar el apelativo de salsa, que oprobio.